No hagas esto si vas en coche al aeropuerto de Barajas.

Aeropuerto de Barajas.

158.000 personas viajan de media cada día en el aeropuerto de Barajas. Unos 58 millones de viajeros al año. Muchos de ellos se desplazan al aeropuerto en su propio coche. Si eres uno de ellos, no se te ocurra nunca hacer esto.

Ir en coche al aeropuerto de Barajas puede ser un suplicio. En ocasiones cuesta más encontrar una plaza de parking que comprar los billetes. Si a esto le sumas, que debes estar en la terminal una hora antes de la hora programada del vuelo, puede llegar a ser estresante.

José Antonio Pérez, que suele coger con frecuencia vuelos en la T-4, nos dice que reserva una plaza de parking con antelación a través de tuparking.com, un comparador de aparcamientos especializado en los parkings del aeropuerto de la capital. José Antonio dice que no se la juega. Ha conocido testimonios de personas que lo han pasado realmente mal buscando un aparcamiento en Barajas y él dice que no quiere que le suceda lo mismo.

El uso del avión como medio de transporte de masas ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. Si en los años 90 era una alternativa limitada a los viajes internacionales y a personas con un nivel adquisitivo medio alto, hoy los españoles utilizamos el avión con frecuencia para viajes nacionales. Es más cómodo que otros transportes públicos y, en ocasiones, puede salir más económico.

Como es lógico, los aeropuertos se encuentran fuera de las ciudades. Para llegar a ellos necesitas desplazarte. El aumento del número de viajeros nacionales, unido a que nuestro país se ha convertido en una potencia turística, que recibe millones de visitantes extranjeros al año, ha hecho que el aparcamiento en los aeropuertos sea un verdadero problema.

Si eres diligente no tiene por qué pasarte nada, pero si improvisas sobre la marcha puede resultarte arriesgado.

Menos plazas de parking que coches llegan al aeropuerto.

En datos oficiales de AENA, la empresa que gestiona los aeropuertos españoles, en Barajas hay 13.000 plazas de aparcamiento propiedad del aeropuerto. Un dato insignificante en comparación con los 158.000 viajeros diarios de los que hemos hablado. Una cantidad que en fechas señaladas se puede multiplicar por 5.

El periódico El Mundo informa que existen 7 áreas de aparcamiento público en Barajas. Repartidas entre las terminales T-1, T-2, T-3 y T-4. Son los parkings P-1, P-2, P-3 y P-4;  a los que hay que añadir las áreas de Parking Exprés, destinadas para estacionamientos cortos, y que solo son gratis durante los 15 primeros minutos en la puerta de salida de la T-2; las zonas de Parking de Larga Estancia, con tarifas interesantes por día y los Parkings Vip, con mayores medidas de seguridad y que incluyen servicios extra como lavado, repostaje y pequeñas reparaciones.

La ventaja de los parkings de AENA es que tienes acceso directo a la terminal correspondiente. Se encuentran cerca de los puntos de entrada y salida de viajeros. Su principal problema es que se llenan enseguida.

La gente accedemos en nuestro coche al aeropuerto porque es la forma más cómoda de llegar. Podemos salir en cualquier momento y nos resulta conveniente, sobre todo, si viajamos con bastante equipaje. Esto no significa que sea ni la forma más sencilla, ni la más económica. Encontrar plaza al lado del punto de embarque es complicado.

Por suerte, en las inmediaciones del aeropuerto hay decenas de parkings privados, más económicos que los de AENA y que tienen un servicio discrecional de minibuses que llevan a los usuarios a su terminal correspondiente.

Debido a la gran afluencia de viajeros, es frecuente que también se llenen. Por lo que es adecuado reservar plaza como mínimo con 24 horas de antelación.

Llegar al aeropuerto en taxi.

Si no quieres usar tu vehículo para llegar al aeropuerto, en varios foros que hemos consultado, los usuarios opinan que el medio de transporte más cómodo es el taxi.

El blog Trucos Viajeros afirma que es la alternativa más adecuada si viajas en grupo. Esta web señala que un taxi desde cualquier punto de Madrid hasta el aeropuerto sale de media 30 €, incluyendo los suplementos: alzada de bandera, equipaje, etc. Esto viene a salir 7,5 € por persona. Un poco más que llegar en Metro o Bus Exprés. Con la ventaja de que el taxi te recoge en el lugar que indiques y te lleva hasta la puerta de embarque de la terminal. Todo eso sin tener que preocuparte de buscar aparcamiento, ni de abonarlo el tiempo que estés aparcado en él.

Con varias operadoras funcionando, la ciudad tiene una flota de taxis suficiente para atender toda la demanda. Trabajan 24 horas del día y cubren todos los rincones de Madrid. Por precio y por número de taxistas, en mi opinión, el taxi es más interesante en Madrid, Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca que otras soluciones análogas como Uber o Cabify.

Puedo entender que para algunas personas resulte desesperante esperar un taxi en casa o en el hotel para llegar al aeropuerto. Más aún, con los nervios de no querer llegar tarde para no perder el vuelo. Pero, desde luego, es una opción a considerar. Sobre todo, si no has hecho los deberes y has dejado todo para última hora.

Apoyarte en un amigo o en un familiar.

Recuerdo una vez que viaje desde Palma de Mallorca a Madrid con dos compañeros de trabajo. Teníamos que asistir a una reunión que organizaba la empresa. El avión nos dejó en Barajas a las 5 de la madrugada y la reunión no empezaba hasta las 9.

Llamé a mi amigo Ramón, que vive en Fuencarral, para pedirle el favor de que nos fuera a recoger antes de que marchara a su trabajo. El avión aterrizó en la T-4, la moderna terminal que utilizan los aviones de Iberia.

Hasta que llegó Ramón, nos paramos a desayunar con tranquilidad en una de las cafeterías del aeropuerto. Para desgracia mía no pude tomarme un café con porras, con lo que me gustan las porras de Madrid. Me tuve que conformar con un cruasán.

Cuando estaba apurando el café, Ramón me hizo una llamada. – “Estoy a punto de llegar.” –  Al cabo de unos minutos, me mandó un WhatsApp con la ubicación.

Con el Google Maps llegamos hasta el lugar que nos había indicado. No estaba demasiado lejos de la puerta, por lo que no tardamos en verlo. Allí estaba él, dentro del coche, con las manos colocadas sobre el volante.

“¡Estos madrileños, cómo son! No salen del coche ni para saludar a la gente” – Pensé. Luego lo entendí. No podía dejar el coche aparcado y salir a buscarnos, puesto que tendría que haber pagado el aparcamiento.

En el coche, Ramón, muy amable, como siempre. Nos llevó hasta el hotel y pudimos llegar a la reunión con tiempo de sobra. Él también llegó a su trabajo sin problemas. El hotel le cogía de camino.

Sin duda, recurrir a un amigo o a un familiar es otra opción para llegar o salir del aeropuerto de Barajas, pero estás a expensas de la buena voluntad de otra persona.

No hagas esto bajo ningún concepto.

Si estás en Madrid, tienes el coche a mano y has comprado unos billetes de avión, puedes tener la tentación de coger el coche en el último momento y desplazarte al aeropuerto.

También te puede pasar si vives en la provincia de Toledo y has comprado por internet unos billetes para viajar a París un fin de semana. Ahí, París, la ciudad del amor. Qué fin de semana tan bonito te espera con tu pareja.

Llegas al aeropuerto con tu coche, una hora y media antes de la hora de salida. Piensas que vas bien de tiempo. Error. Te pones a dar vueltas por el aeropuerto con el móvil colocado en el soporte, ese que se pega con una ventosa en el lado interno del parabrisas. Llegas al parking que te indica Google Maps. Resulta que está ocupado.

Escribes en el buscador el comando: “un parking cerca de mí”. Te desplazas con el coche mientras escuchas la voz femenina de la aplicación: “En 100 metros tuerza a la izquierda, después continúe recto hasta la próxima rotonda”. La voz del móvil te resulta cada vez menos sexi. Llegas al parking. En la puerta hay un rótulo verde que dice “Ocupado”. Te acercas al móvil y tocas con el dedo el banner de otro parking que te parece que está cerca. Llegas allí y resulta que tampoco hay plazas.

Te estás poniendo nervioso. El tiempo se te echa encima. Corres el riesgo de perder el vuelo. ¿Y si ya no te dejan facturar las maletas? Desde luego, poco ayuda la actitud de tu copiloto, que te repite una y otra vez “Si ya lo decía yo.”

A la gente de Madrid, los que son de allí de toda la vida, esto no le pasa.

Si vas a coger un vuelo en Barajas, reserva con antelación una plaza de aparcamiento. Es tan importante como guardar en el móvil el billete de avión y la tarjeta de embarque.

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