El de la moda es un mundo tan fascinante que gracias a él se pueden visitar una buena parte de las ciudades más glamurosas del mundo. Es la excusa perfecta para pasearse por lugares como Londres, París, Berlín, Moscú o Nueva York, entre otras grandes urbes. Y es que los desfiles que se celebran en dichas ciudades son totalmente imprescindibles para conocer cuáles van a ser las próximas tendencias en el sector.
En España también tenemos lugares en los que se celebran eventos de este tipo. Madrid, con su Fashion Week, o Barcelona son plazas ineludibles para todo aquel apasionado del negocio de la moda. Como prueba de ello, diseñadores y medios de comunicación de todo el mundo se dan cita allí para vivir en primera persona los modelos que marcarán el futuro inmediato.
A pesar de que hace un par de años que me jubilé, sigo con aprecio todo lo que está relacionado con la moda y sus desfiles. He sido diseñador durante más de tres décadas y en enero de este 2016 recibí una invitación para acudir a la 080 Barcelona Fashion, que se celebraba entre el 1 y el 5 de febrero. Aunque, como digo, ya no me dedico activamente a ello, me encanta viajar para asistir a eventos así. Por eso decidí aceptar la invitación y confirmé mi presencia en la Ciudad Condal para los primeros días de febrero.
Sin embargo, y como es evidente, lo primero que necesitaba para ir a la ciudad era un lugar en el que hospedarme durante la celebración de la Barcelona Fashion. Como he estado en la ciudad en otras ocasiones, sabía de antemano cuáles eran mis posibilidades. Y no me hacía falta quebrarme la cabeza para elegir una de ellas, porque en Barcelona no hay un hotel mejor que Mercer House Boria Barcelona, un hotel de lujo en pleno corazón de la urbe.
Había visitado en varias ocasiones el hotel y me había encantado. Unos profesionales siempre atentos y cualificados para atender todas mis demandas, unas instalaciones inmejorables y un restaurante en el que poder degustar los mejores menús del momento caracterizaban un lugar selecto y apropiado para mi estancia en la ciudad. Desde luego, sabía de antemano que no iba a arrepentirme de mi decisión.
Un lugar completamente internacional
Varios de mis contactos en el extranjero me llamaron para comentarme que también se iban a viajar a Barcelona para acudir al evento. William, un amigo que trabaja como periodista especializado en moda para uno de los diarios británicos de más éxito, contactó conmigo para que le recomendara un sitio en el que hospedarse. Sin necesidad un minuto para pensar, le recomendé el Mercer House Boria Barcelona y le envié por WhatsApp en enlace de la página web en inglés, para que, a pesar de su buen nivel de castellano, no tuviera ninguna duda de lo que se ofertaba en el hotel.
Ambos estuvimos hospedados en aquel lugar durante los cinco días que duró el evento. Cuando éste acabó y ya nos encontrábamos recogiendo el equipaje para regresar a nuestras respectivas ciudades, le pregunté a William qué le había parecido la experiencia de estar alojado en el hotel con más prestigio de Barcelona y contar con los servicios de una plantilla de profesionales tan atentos. En primer lugar me dio las gracias por la recomendación. Después me dijo que se marchaba encantado con el trato recibido y que no dudaría en regresar al mismo hotel cuando volviera por Barcelona.
Ha pasado casi un año de aquello pero, como veis, recuerdo bien aquel viaje. Fue uno de esos viajes que recuerdas para siempre no solo porque acudes a un evento de algo que te apasiona y a lo que has dedicado toda tu vida, sino porque el trato que has recibido no puede ser mejor. Una verdadera gozada.