Los nuevos hogares españoles

Hay quien piensa que el modo de vida español, ese de estar todo el día en la calle, ha cambiado ya y va a seguir así durante algún tiempo. Otros piensan que no, que esto del coronavirus solo ha modificado el comportamiento de nuestra sociedad durante el confinamiento pero que cuando todo pase, todos volveremos a la calle porque es nuestro estilo de vida. Lo que está claro es que no somos como los países del norte de Europa, cuyo ocio es de interior, y es normal teniendo en cuenta las temperaturas que soportan. Pero ¿pasaremos nosotros a ser una sociedad más hogareña?

Buceando un poco entre mis amistades he encontrado de todo. Por un lado he hablado con quienes dicen que antes vivían con demasiado estrés, que entresemana no podían hacer nada, solo trabajar y cuidar de los niños, y si se les ocurría hacer alguna actividad aparte se les podía hacer de noche sin haber acabado aún su jornada. Luego llegaba el fin de semana y tenían que hacer todo lo que entresemana no habían podido hacer, desde ir al supermercado o a comprar todo lo que necesitan y que no han podido comprar de lunes a viernes hasta disfrutar del odio en familia y, de paso, hacer las visitas pertinentes.

“Sábado por la mañana hay que levantarse temprano para ir el Carrefour a hacer la compra, porque luego hay mucha gente y entresemana no has podido ir por trabajo” me contó mi amigo Juan “luego a casa a dejar esa compra y guardar las cosas de frío en la nevera o el congelador. Como ya se te hacen las 12:30 o 13:00 acabas yendo directamente a casa de tus padres a comer, para que vean a sus nietos, y como no te vas a ir recién comido haces la sobremesa y te dan las 17:00 con el café en la mano. Luego hay que aprovechar la tarde, porque es sábado, y hay que hacer algo en familia, lo que sea: pasear, ir a algún parque de juegos, ir al cine, etc. Y se hace de noche, así que hay que volver a casa a hacer la cena o cenar en algún restaurante, con el consiguiente gasto que eso conlleva. El domingo por la mañana hay que hacer limpieza en casa a fondo porque entresemana no da tiempo a nada más que lo básico, así que luego nos vamos a comer a casa de los otros abuelos, para que ellos también vean a los nenes, y al final de nuevo acabas a las 17:00 como muy pronto, y entonces entras en ese dilema de tener que decidir si ir a casa a descansar porque el lunes empieza de nuevo la rutina de trabajo, o si te vas a hacer de nuevo algo con los niños. A veces gana el plan A y otras el B, pero como tengan algún cumpleaños o algo te lo descoloca todo y al final no puedes organizar nada. ¿Y sabes cuál es la conclusión? Que vives estresado, que no disfrutas de las salidas en familia y que tampoco descansas, así que casi prefieres que no llegue el fin de semana”.

“Y entonces ¿qué propones?”, le pregunté yo para saber qué pensaba hacer a partir de ahora, “Pues cambiar todo ese estrés” me contestó, y siguió explicando: “A no ser que se planee un día en el campo, especial, o por algún motivo excepcional, ya no hay que madrugar en fin de semana. De la limpieza y la compra no nos libra nadie, pero sin estrés, tranquilamente, y si luego no podemos ir a comer todos los fines de semana a casa de los abuelos pues no se va, porque a veces viene bien comer en casa, descansar en la hora de la siesta, y así salir con los nenes descansados y relajados a dar un paseo por la tarde o incluso por la noche si es verano, así igual sí podemos disfrutar en familia sin agobios. Y entresemana, si algún día se queda algo por hacer, pues que se quede. Quiero hacer más vida familiar en casa, o paseando, o en el campo, pero quiero abandonar el estrés de querer hacer todo en dos días o de tener que estar consumiendo para disfrutar. A lo mejor ahora hay que hacer noches de juegos de mesa en casa, o noches de cine familiar. No lo sé… pero en casa”.

Esta conversación, como imaginaréis, dio mucho de sí, y me explicó que quiere invertir el dinero que había ahorrado para las próximas vacaciones en hacer alguna que otra reforma en casa y adecuarla a su nueva vida hogareña.

Así que, tras pensar mucho en esto me di cuenta de que, como él, hay mucha otra gente que tiene pensamientos similares y que, es posible, que necesiten algo de ayuda con esa reforma. Por eso, hoy os traigo algunas ideas.

Reformas post coronavirus

Cada vivienda es un mundo y lógicamente yo no puedo hablar de una vivienda modelo de tres habitación, salón, dos baños, cocina y comedor, más que nada porque hay viviendas de 5 dormitorios y de 2, etc. Esto lo dejo claro porque antes de nada debemos comprender que siempre habrá que adaptar las ideas que nos den a nuestras posibilidades con un poquito de creatividad.

Punto 1: Gana tiempo

Si lo que queremos es tener más tiempo en familia tal vez, en ciertos espacios como la cocina o el baño, debamos hacer que prime la eficacia y la sencillez por encima de la estética. Debido a esto me he puesto en contacto con Danvimet, fabricantes de muebles de acero inoxidable para hostelería, con el fin de saber si ese tipo de mobiliario podría instalarse en la cocina de una vivienda familiar. La respuesta ha sido clara “por supuesto”.

Los muebles de acero inoxidable son extremadamente fáciles de limpiar, de hecho con pasar un paño húmedo lo tienes arreglado, y para quitar la grasa que pueda incrustarse en ellos el procedimiento es el mismo: paño húmedo con un poco de quitagrasas y arreglado. A la hora de cocinas, lógicamente, también tiene sus ventajas, pues toda la superficie puede utilizarse para preparar alimentos sin miedo a estropear nada, y el espacio que se gana es notorio.

Pero ¿cómo podríamos tener una cocina con esos muebles y que además de funcional fuera estética? Pues aunque tenéis que tener en cuenta que no es lo mismo que tener muebles de madera y que nunca se conseguirá nada similar, sí podemos tener una cocina más o menos bonita con una isla o península donde poder trabajar, plantas decorativas y otros objetos que alegran un poco la estancia.

En el baño podríamos hacer algo similar, dejando claro que antes que la estética damos importancia a la funcionalidad, así que nada de muebles aparatosos para guardar cientos de cremas, mejor algo sencillo, donde haya poco que limpiar pero sirva para lo que necesitamos realmente.

Punto 2: Decora estancias según su función

Si el comedor lo usas solo para comer es lógico que solo haya una mesa con silla y algo de decoración, pero ¿y si también es vuestro espacio para los juegos de mesa? Entonces igual necesitas alguna cajonera, o un aparador, o un mueble donde guardar todos esos juegos que usas.

He hablado con Enzomuebles, una tienda donde hacen muebles a medida, y me aseguran que se puede fabricar todo lo que se necesite en base a una línea o diseño estético de mobiliario. Es decir, que si quieres una cajonera grande tipo aparador a juego con la mesa de comedor y las sillas, se puede fabricar.

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