La dieta mediterránea se configura como una de las mejores dietas del mundo, no para adelgazar, sino para vivir de forma saludable. Y es que la cantidad de nutrientes, proteínas y vitaminas que albergan los alimentos que conforman la dieta mediterránea hacen que ésta sea completa sin dejar de lado el placer de disfrutar la comida.
Porque seamos sinceros, cuando hacemos dieta entendiéndose como tal llevar una serie de pautas alimentarias para reducir la ingesta de kilocalorías, suele conllevar dejar de lado alimentos con los que disfrutamos, como puede ser el chocolate. Y ojo, que el chocolate no es malo, lo que es malo son todos los aditivos que se le añaden al mismo, como la leche, el azúcar y los complementos que se han puesto de moda (galletas oreo, caramelo o trozos de fruta). El chocolate con un alto porcentaje en cacao, setenta y cinco por ciento como mínimo, no solo sacia y quita la ansiedad de comer algo dulce, sino que además no aporta kilocalorías vacías.
En la dieta mediterránea hay un componente esencial además del aceite de oliva, que hace que la dieta no solo ayude a aportar todos los nutrientes, sino que también produce otros efectos en la salud, como es el caso del ajo. Esta hortaliza del mismo grupo de las cebollas o los puerros lleva utilizándose desde hace siglos para tratar enfermedades, y no nos extraña porqué, ya que el ajo tiene muchos beneficios para la salud.
De hecho, en dietas diferentes a la mediterránea cómo puede ser la dieta vegana (muy común hoy en día entre la gente que quiere dejar de comer carne) es un alimento muy importante, no solo por el sabor que se le da a la comida, sino por la cantidad de nutrientes que le aporta al organismo y que sustituyen al de los alimentos procedentes de los animales.
Pues bien, el ajo es realmente beneficioso para la saludo por un alto valor nutritivo y su poca cantidad de calorías, ya que en una porción de veintiocho gramos que equivale a un ajo, contiene manganeso, vitamina B6, Citamina C, Fibra y cantidades razonables de calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1, además de otros nutrientes (como hidratos de carbono y proteína) Y lo mejor de todo es que en esta pequeña porción solo hay alrededor de cuarenta y dos kilocalorías.
Uno de los mejores ajos que podrás probar son los de Imperio Garlic, una empresa que desde 1967 trabaja para ofrecer ajos y cebollas de la mejor calidad, gracias al cuidadoso proceso de cultivo y selección de sus productos, lo que ha permitido a la empresa catapultarse a nivel internacional.
Reflexión sobre la dieta actual
Llegados a este punto, vamos a dar un giro al artículo para tratar sobre un asunto de actualidad y que no está demás poner sobre la mesa. Y no es ni nada menos que porqué tenemos que recordar la importancia del ajo en la dieta. La respuesta es porque no nos han enseñado en las escuelas desde pequeñitos la importancia de la dieta, ya que nuestros sistemas educativos nos forman a nivel de conocimientos técnicos y humanísticos, pero hay una gran falta de conocimientos en psicología y cuerpo humano.
De hecho la prueba de que los niños no saben cómo vivir de manera sana y equilibrada está en los datos de obesidad infantil, que año tras año son mas altos y a la vez preocupantes. Soy una de esas personas que piensa que un niño que entiende porqué no debe hacer algo conseguirá seguir un comportamiento adecuado con la explicación.
La cuestión es que no explicamos a los niños que un bollo de la panadería es algo que está delicioso, pero que es puntual, ya que la cantidad de azúcar que tiene nos perjudica. Y aun así lo que más me sorprende es que si enseñáramos a los niños a llevar hábitos saludables en las comidas conseguiríamos que los padres también los llevasen, ya que los niños son capaces de cambiar a los niños. Por lo tanto, el ajo es un alimento sano, pero para disfrutar de sus beneficios hay que cocinarlo en recetas que sean sanas y nutritivas, en lugar de comprar cocina precocinada.