Después de dar a luz, las madres se encuentran con un cuerpo diferente al que tenían antes de quedar embarazadas. Los 9 meses de gestación y el trabajo intenso del parto han dejado impacto en sus cuerpos. Recuperar la figura anterior no va a ser un trabajo sencillo. Algunos programas de fisioterapia te ayudan a conseguirlo.
Es curioso como algunas madres parecen como si nunca hubieran quedado embarazadas, mientras otras ven como su abdomen ha aumentado de tamaño y su cuerpo es más voluminoso.
Además de factores genéticos, que por supuesto intervienen, cada mujer es distinta, el primer grupo coincide con mujeres que durante el embarazo y después del parto han estado cuidándose. Preocupándose de la alimentación y de mantener un nivel de ejercicio activo y moderado, adaptado a sus condiciones físicas.
En el cambio del cuerpo de las mujeres hay que tener en cuenta ya no solo el embarazo en sí, sino todos los cambios hormonales que este proceso desencadena.
En aquellas mujeres que les cuesta recuperarse después del parto pueden llegar a sentir rechazo al cuerpo que se les ha quedado. No están a gusto consigo mismas. Es como si sintieran que están en un cuerpo que no es el suyo. Esto puede afectar a su autoestima y a su estabilidad emocional.
Este es un tema espinoso. Con este artículo no pretendo abrir heridas, ni comparar unas mujeres con otras en función de su aspecto. Tan solo quiero dar un poco de luz sobre este proceso complejo y concienciar sobre cómo la mujer puede decidir e incidir sobre la forma que adopta su cuerpo una vez ha dado a luz.
Los cambios que produce el embarazo.
El embarazo, con todo lo que ello conlleva, genera una serie de cambios en la mujer que perviven al proceso en sí. Permanecen, más o menos en el tiempo, en el cuerpo de la mujer, después del parto. Estos son algunos de los cambios más habituales:
- Cambios en el suelo pélvico. Tras el parto se produce un debilitamiento de los músculos que sostienen la vejiga, el útero y el recto. Esta distensión puede provocar incontinencia urinaria y sensación de pesadez. La recuperación depende mucho de la genética de cada mujer, del tipo de parto que ha realizado y de los ejercicios de rehabilitación.
- Alteraciones en la pared abdominal. El parto provoca una “diastasis abdominal”; es decir, una separación de los músculos rectos del abdomen, que puede causar debilidad, molestias o un abdomen más abultado. Este problema no siempre se corrige solo. En ocasiones requiere fisioterapia o, en casos más severos, cirugía.
- Cambios en la piel. Es normal que en el cuerpo de la madre aparezcan estrías. Surgen por el estiramiento de la piel y suelen quedarse como marcas definitivas, aunque se van aclarando con el tiempo.
- Alteraciones en el peso y el metabolismo. Sucede en algunas mujeres. Mantienen un sobrepeso residual tras el embarazo debido a los cambios hormonales y al aumento de la resistencia a la insulina. Es un problema que con constancia se puede revertir.
- Cambios en el pecho. Tras la lactancia, las mamas pueden perder volumen, firmeza o presentar cierta caída debido a la distensión de los tejidos.
- Sistema circulatorio. Durante el embarazo pueden haber aparecido varices en las piernas o en la zona genital, que a veces cuesta que desaparezcan. También puede haber tendencia a retener líquidos durante semanas después del parto.
- Cabello. Tras la caída estacional de cabello postparto, algo que se conoce como efluvio felógeno, en algunas mujeres el grosor y la densidad del cabello no se recupera al 100%.
- Cambios en las articulaciones y en la postura. La laxitud ligamentosa, debida a la acción de la hormona relaxina, puede mantenerse tras el parto, generando molestias en las lumbares, en la pelvis o en las rodillas.
Mantenerse en forma durante el embarazo.
La celebrity e influencer Anabel Pantoja, con esa espontaneidad y sinceridad que le caracteriza, confesó al periódico Crónica Balear que durante el embarazo y la lactancia de su hija se abandonó por completo. La ilusión de la llegada de la niña y el esfuerzo de cuidar a un recién nacido, hizo que se olvidara de ella misma.
Esta popular colaboradora de televisión, que en cierto modo vive de hacer pública ciertas esferas de su vida personal, afirma que ha tenido que soportar desagravios y opiniones incómodas sobre su aspecto en su cuenta de Instagram. Ahora se ha entregado por completo a la práctica deportiva para, según ella, quitarse de encima ese “abdomen colgón postparto.”
Algunos ginecólogos opinan que mantenerse activa durante el embarazo, practicando ejercicio de manera moderada, fortalece el cuerpo de la mujer a la hora de dar a luz y previene muchos de los efectos negativos que el embarazo deja en el cuerpo.
En este sentido, proponen ejercicios como caminar o nadar. Salir a caminar todos los días, una hora seguida, es una actividad que se puede integrar con facilidad en la rutina diaria y que mantiene el cuerpo activo.
Al mismo tiempo, ir a la piscina, con frecuencia, aunque la barriga de embarazada vaya creciendo, alivia el peso del cuerpo y ayuda a reducir la presión sobre las articulaciones.
Actividades como el yoga o el pilates, mejoran la flexibilidad, la fuerza del cuerpo y el equilibrio sin efectuar movimientos de alto impacto.
Mantenerse activa durante el embarazo ya no es solo por un problema estético, sino, sobre todo, de salud. El parto es un acto que requiere un gran esfuerzo físico para la mujer. Cuanto más en forma se encuentre, menos la va a costar parir. Por otro lado, el sobrepeso residual, después de dar a luz, aumentan el riesgo cardiovascular.
Tratamientos de fisioterapia.
Los fisioterapeutas de Clínica Rafael Guerra, quienes también son clínica dental en Getafe (Madrid) que dispone de una unidad de fisioterapia bastante competente, y que programa tratamientos para mujeres que acaban de dar a luz, indican que la fisioterapia es útil para recuperar el tono muscular y acelerar la recuperación de la mujer después del parto.
Todos los fisioterapeutas que hemos consultado, señalan que en estos casos, la valoración y el tratamiento personalizado son fundamentales. Cada parto es distinto, y los efectos que ha provocado en la mujer también. Por ejemplo, no presenta el mismo cuadro una madre a la que se le ha practicado una cesárea, que a otra con la que se ha usado fórceps.
En la fisioterapia para madres se está utilizando tecnología punta. Como las corrientes electromagnéticas. Que se encargan de estimular los procesos metabólicos, facilitando, de esta manera, la recuperación natural del cuerpo.
El fortalecimiento del suelo pélvico suele ser otra de las acciones habituales en el caso de las madres. El parto ha provocado una distensión de los músculos y ligamentos de la parte baja del abdomen, que pueden provocar incontinencia urinaria, fibrosis o dolor al practicar el acto sexual.
Los músculos del suelo pélvico están interconectados con el abdomen. Por lo que el fortalecimiento de esta zona incide directamente en la corrección de la distensión abdominal. Es decir, ayuda a que todo, en la mitad inferior del cuerpo, vuelva a su sitio.
Alimentación y ejercicio después del parto.
A su vez, para recuperarse de los efectos negativos que sobre el cuerpo ha dejado el embarazo, la página web Nestlé Baby & Me, de la compañía Nestlé, subraya dos claves fundamentales: la alimentación y el ejercicio.
Para eliminar ese aumento de peso que haya podido dejar el embarazo, es fundamental que la madre regrese a un tipo de alimentación saludable y equilibrada.
Es conveniente consumir una gran variedad de frutas y verduras. Alimentos que proporcionarán las vitaminas, minerales y fibras que la madre necesita, generando una sensación de saciedad que le evitará picotear entre horas.
El consumo de proteínas es fundamental. La madre necesitará reconstruir los tejidos musculares que se hayan visto afectados por el embarazo y el parto y crear masa muscular. Para ello debe tomar proteínas magras, sin nada de grasa, procedente de alimentos como el pollo, el pavo, el pescado y los huevos.
Por otro lado, necesita recuperar calcio. Este debe provenir de productos lácteos (leche, queso, yogur, etc.) preferiblemente bajos en grasa.
Por otro lado, si la madre quiere recuperar su figura, deberá evitar el consumo de alimentos procesados (precocinados, platos ultra-congelados, etc.), las bebidas azucaradas y los snacks poco saludables, como las patatas fritas.
Respecto al ejercicio, es adecuado que la madre vaya reintroduciéndose poco a poco, de forma progresiva, en la práctica de ejercicios de baja intensidad, como caminar, nadar, dar paseos en bicicleta o practicar yoga.
Es importante que antes de seguir una rutina de ejercicios, se lo comunique al médico, y que este valore si es adecuado o no según su estado de salud.
Tanto para el ejercicio como para la alimentación hay que ser constante y tener paciencia. Los resultados no van a ser inmediatos, pero permitirán una recuperación de la madre de manera consistente y respetando su salud.
Alimentación, ejercicio y fisioterapia forman un equipo ganador para que la madre recupere la figura.