Sevilla es una de las provincias de España con estilo propio. La verdad es que hay pocas ciudades que tengan su duende, su esencia. No es de extrañar que sea una de los lugares que recibe cada año a más turistas. Su patrimonio es tremendo, su gastronomía es divina y la forma de ser de su gente es totalmente diferente.
Si has estado alguna vez en esta ciudad, habrás visto que sus calles y sus plazas son lugares que respiran bienestar, se trata de una prolongación de nuestro hogar. Esto se debe a que el espacio público se vive como lugar de encuentro y reunión: sevillanos, visitantes y tú os sentiréis formar parte de una misma especie de celebración vital.
Lugares con alegría
Se puede decir que la alegría está en todos los lugares de la ciudad. No te puedes perder las visitas a Plaza del Altozano en Triana, La Plaza de Pescadería, La Alfalfa, La Alameda, Plaza de San Lorenzo. Por supuesto no te mencionamos aquí visitas que tienen que ser obligadas como la de la Catedral, Alcázar, la Torre de Oro, la Giralda o la Maestranza. Si quieres hacer una ruta perfecta puedes consultar en Visitours, ya que a través de sus visitas guiadas por Sevilla conocerá sus mágicas calles de donde nace ese espíritu que hace especial la ciudad, rincones cargados de historia y enriquecidos por los diferentes pueblos que la habitaron y que han dejado en ella una huella que los sevillanos no quieren borrar.
No hacen falta que sean fiestas oficiales para que tú puedas vivir un día festivo, la ciudad te facilitará esas sensaciones, hasta un lunes. Todo sevillano y sevillana parece llevar un maestro de ceremonias en su interior, por lo que no dudes en preguntar todo lo que quieras saber.
A continuación te presento algunos detalles que hacen que los sevillanos sean únicos.
Los horarios en la calle pueden prolongarse hasta muy, muy tarde. Así que no te preocupes si ves que el día se te ha echado encima, porque en Sevilla siempre hay algo que hacer.
Las invitaciones entre amigos se suceden recíprocamente y la verdad es que no tienen fin. Si tienes un amigo sevillano que te ha invitado a su casa, seguro que acabas siendo amigos de sus amigos.
En las aglomeraciones mantienen una calma exquisita: eso es una bulla, que lo llaman ellos. Y es que es verdad, el estrés nos está llevando a no saber disfrutar de las cosas buenas que tenemos alrededor. El humor es su forma de vida. Solo tienes que comprobar como son sus inocentadas del 28 de diciembre. Es lo mejor para interpretar la realidad y más allá. Esta gente sabe tomarse las cosas como hay que hacerlo.
De tapas
Si tienes hambre puedes estar tranquilo, estás en el lugar perfecto. La tapa es el corazón de su cultura gastronómica: pequeños platos de especialidades caseras y tradicionales, o de sorprendentes creaciones de chefs; pinceladas de sabores intensos, sugerentes productos de la mayor calidad… Una forma de comer que se adecúa a una forma de vida.
Así es Sevilla, un lugar donde la fertilidad de su tierra y su clima favorable con inviernos suaves y alrededor de 3.000 horas de sol al año hacen que sea un sitio mágico. Un legado que ha conformado a lo largo de los siglos el patrimonio cultural, monumental y artístico que puedes admirar en todas las visitas.