Enfrentar una entrevista de trabajo y no colapsar en el intento

Cuando se está buscando trabajo una de las cosas que más nos preocupan suelen ser las entrevistas, pues es muy fácil cometer errores que puedan hacer sentir al entrevistador que no somos competentes, o por el contrario, que podamos parecer soberbios si no sabemos cómo comunicar de una forma eficiente nuestras habilidades para el puesto.

Las entrevistas de trabajo son el lugar y el momento ideal para que mostremos confianza en lo que sabemos hacer y de exponer el interés de aprender lo que no sabemos, el problema es que a veces, la línea es muy delgada y podemos decir o hacer cosas que hagan que el entrevistador pierda el interés que pudo haberle generado nuestro currículum.

En este mismo orden de ideas, también es importante tomar en cuenta otros aspectos a nivel personal y comunicativo a la hora de presentarnos frente a un entrevistador. Es por ello que hemos recopilado una serie de aspectos que debemos tomar en cuenta cuando nos enfrentamos a una entrevista de trabajo, pero antes de enfocarnos en ella, es importante conocer cuales son los tipos de entrevista que podemos encontrarnos en nuestra búsqueda de trabajo.

Entrevistas de trabajo

Las entrevistas de trabajo suelen durar unos 30 o 40 minutos como máximo, según la etapa de la selección en la que se encuentren. Ese es el tiempo que tienen los aspirantes para convencer al entrevistador de lo que pueden aportar a la empresa. Es por ello, que es importante saber qué tipo de reunión será.

A nivel general, las empresas suelen utilizar dos tipos de entrevistas, estas son:

  • Individuales: Suelen llevarse a cabo solamente entre el entrevistador y el aspirante. En este tipo de entrevistas, se pueden dar las siguientes modalidades:
    • Entrevista Dirigida: Suelen consistir en hacer un cuestionario que incluye las mismas preguntas para todos los candidatos. En este caso particular es importante que las respuestas sean claras y precisas, pues dar muchas vueltas para responder, pudiera hacer creer al entrevistador que no tienes las habilidades que necesitas.
    • Entrevista Libre: En este tipo de entrevistas, el encargado de llevar a cabo la selección le permite al aspirante guiar la conversación, pues le da la oportunidad de contar sus experiencias anteriores. Por lo general en estos casos la charla se desarrolla de una manera más fluida, sin un guión predeterminado. Si se presenta este tipo de entrevista, lo ideal es que el aspirante cuente sus experiencias laborales cronológicamente, además, debe ser preciso, honesto y tener un respaldo que le permita al seleccionador verificar toda la información que se le está suministrando.
    • Entrevista Mixta: Este modelo de entrevista es bastante habitual, ya que es la unión perfecta de las dos anteriores. Por lo general existe un cuestionario base con preguntas cerradas pero, a la vez, le dan al aspirante el espacio para que pueda contar sus experiencias y sus aspiraciones dentro de la empresa.
  • Grupales: Este tipo de entrevista no suele ser muy popular. Cuando se trata de una entrevista grupal,  reúnen a varios candidatos (10 como máximo) y les plantean una situación para que la resuelvan todos juntos. En este caso, el seleccionador se fija en aspectos como la capacidad de trabajo en equipo, liderazgo, la comunicación, la relación interpersonal y las habilidades de cada uno. Para obtener una buena evaluación en este tipo de entrevistas, es fundamental mantener la calma, no monopolizar el discurso, no entrar en polémicas, escuchar a los demás, respetar las opiniones y aportar todo lo posible dando oportunidad también al resto de aspirantes para comunicar sus observaciones y opiniones.

 

¿Qué hacer antes, durante y después de una entrevista de trabajo?

Cuando nos enfrentamos a una entrevista de trabajo, los nervios siempre suelen jugarnos malas pasadas. Si bien siempre habrá un toque de nerviosismo cuando estamos en el proceso de selección para un empleo, saber cómo actuar en cada etapa del camino, puede ayudar a calmar la ansiedad que produce un acercamiento al lugar donde queremos trabajar.

Teniendo esto en mente, hemos recopilado una serie de consejos que nos ayudarán a actuar de la forma correcta antes, durante y después de una entrevista de trabajo.

  • Antes de hacer la entrevista

Lo primero que se debe hacer cuando se recibe la llamada de la empresa para agendar la cita de la entrevista, es anotar toda la información que puedan suministrar. Es muy importante que tengamos a mano el nombre de la persona que se ha puesto en contacto; el día, hora y dirección de la reunión, y el departamento que está convocando. Durante la llamada, es importante que se le pregunte al encargado, si es posible que comparta el puesto al que se está optando; el tipo de entrevista (individual o grupal) y el nombre del entrevistador.

Teniendo toda esta información en la mano, es importante poner a punto el currículum y actualizarlo tomando en cuenta las habilidades y la formación más adecuada para el puesto. En este punto lo mejor que se puede hacer es preparar un discurso que ayude a resumir lo más importante de la experiencia laboral que se tiene, tomando en cuenta las fortalezas y también las debilidades, pues es necesario que el aspirante pueda defender tanto unas como otras.

Ensayar la entrevista antes del día con alguien de confianza que pueda ayudar a pulir lo que sea necesario, es una buena manera de prepararse y de estar más cómodo frente al entrevistador. También es muy importante tener a la mano los respaldos de todo lo que se comparta con el entrevistador para su posterior corroboración (referencias de trabajos anteriores, certificados de formación, etc), tanto en físico como en formato digital.

Algo muy importante que se debe pensar es que la entrevista de trabajo no empieza en el momento en que nos presentamos con el seleccionador, sino mucho antes. Es por ello que la planificación de aspectos como la ropa a utilizar y el transporte a utilizar, deben ser tomados en cuenta.

La elección de la ropa con la que se va a una entrevista de trabajo es muy importante, pues es la primera imagen que tendrán los seleccionadores. Según los especialistas de Clat Gestión de Ropa Laboral, especialistas en el servicio de lavandería industrial,  es importante que el aspirante se sienta cómodo con lo que lleva puesto, ya que eso lo hará sentirse más seguro. Sin embargo, no se puede dejar de lado la profesionalidad por la comodidad. En este particular se recomienda no hacer demasiadas paradas antes de la entrevista, idealmente se debe salir de casa directo para el lugar de la cita, de esta manera minimizamos los riesgos de ensuciar la ropa elegida para la reunión.

Otro aspecto fundamental es la puntualidad. Esto es determinante y puede ser lo que haga la diferencia entre un aspirante y otro. Por ello, se recomienda que días antes se hagan pruebas de cuánto tiempo toma llegar al lugar de la entrevista. Ya sea en transporte público o en coche privado, lo ideal es que se haga la ruta un par de veces y se calculen los posibles imprevistos. Siempre es mejor estar un poco antes de la hora, que llegar con retraso por no haber calculado bien los tiempos.

  • Durante la entrevista

Ya llegado el día, debemos entender que en cualquier proceso de selección de personal la primera imagen es definitiva. Se debe entrar con seguridad y confianza, saludar al entrevistador con una fórmula convencional, preferiblemente llamándole por su nombre y cederle la iniciativa ante el tipo de saludo o la invitación a sentarse. Durante las entrevistas de trabajo el lenguaje no verbal es muy importante, por lo que resulta conveniente sentarse con una postura no forzada, con los pies apoyados en el suelo y las manos visibles, ni muy al borde del asiento pues deja en evidencia los nervios, ni tampoco muy recostado, porque puede ser considerado una falta de interés o de respeto.

Al entrevistador es importante tratarlo de usted a no ser que este diga lo contrario. Lo ideal es mirar al interlocutor a los ojos sin que esto llegue a ser intimidante o invasivo, sonreír y dejar que el entrevistador dirija la entrevista sin interrumpir. No se debe hablar mucho, pero tampoco contestar con monosílabos. Las respuestas deben ser claras y precisas, sin adornar demasiado pues a veces, menos es más. Otro aspecto que debe cuidarse es el lenguaje, el aspirante debe comunicarse de manera natural pero no vulgar.

Algo que puede inclinar positivamente la balanza es realizar algunas preguntas relacionadas al puesto de trabajo y del equipo que conforma el área, pues eso demuestra un interés que los seleccionadores valoran. Lo que se debe evitar en la primera entrevista es preguntar cuál es la oferta de sueldo.

  • Después de la entrevista

Al finalizar la entrevista lo ideal es darle las gracias al entrevistador y expresarle que se está dispuesto a resolver cualquier duda que pueda surgir a lo largo del proceso. Si pasados unos días prudenciales no se tiene noticia de la empresa, se puede enviar un email o realizar una breve llamada telefónica interesándose por la continuidad del proceso de entrevistas.

El nerviosismo previo a una entrevista de trabajo es normal y forma parte del proceso, pero es importante que intentemos que estos no se conviertan en algo que nos juegue en contra, por ello, seguir las recomendaciones que hemos compartido, hará del camino uno más agradable y menos estresante.

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