El sector de la moda ha ganado importancia en lo que respecta a su relación con el de la gran empresa. En un mundo en el que la comunicación lo es prácticamente todo, se ha desarrollado una manera de hablar o de expresarse que nada tiene que ver con las palabras y que sí valora los aspectos no verbales, como lo pueden ser, sin ir más lejos, los gestos, la posición de las manos o la ropa que estamos vistiendo.
En efecto, el tipo de prendas que utilizamos a la hora de acudir a un evento u ofrecer una conferencia dicen mucho de nosotros y de nosotras. Principalmente porque esa es una manera en la que se mide el interés y la dedicación que ha mostrado el ponente por dicho evento. Esta idea es la que motiva a los empresarios a vestir de etiqueta en este tipo de ocasiones y a las empresarias a lucir sus mejores galas y joyas.
Los y las aspirantes a convertirse en futuros comunicadores de grandes empresas y los y las que desean dirigir una entidad de gran tamaño tienen ante sí el reto de aprender a vestir para ocasiones como estas. Aunque en la sociedad en la que vivimos, y principalmente gracias a un elemento como Internet, muchos y muchas ya saben qué tipo de prendas son mejores para unos eventos u otros, es conveniente saber de primera mano asuntos como estos. Es lo que han reflejado en una encuesta reciente los alumnos de Formatic Barcelona, una escuela en la que la comunicación y la formación empresarial son dos cuestiones troncales.
Esos dos asuntos tienen, como hemos dicho, mucho que ver el uno con el otro. Pero ninguno de los dos funcionaría si no cuenta con un apoyo desde el punto de vista de la moda, que es posiblemente el elemento que hace que un o una ponente se gane el respeto de su público y vea reflejado su trabajo. Y es que a veces sólo hace falta vestir bien para cumplir el objetivo que andamos buscando.
La mujer, cada vez más importante dentro de la gran empresa
Es evidente que todo lo que hemos contado en los párrafos anteriores es válido tanto para los hombres como para las mujeres. Son ellas, por otra parte, las que están comenzando a ver reflejada su valía dentro del mundo de la gran empresa. Y es que, según informaba el diario El Mundo, las mujeres emprenden con mucho más éxito que los hombres. Tanto es así que, según la misma publicación, el porcentaje de empresas fallidas en España es un 14% menos cuando la principal responsable en la dirección o la gestión de la entidad es una mujer.
Hace algunos años, una situación como esta era totalmente impensable. Un artículo del mismo diario informaba, en pleno año 2014, de que la proporción de mujeres que se encontraban al frente de una empresa era de una mujer por cada cuatro varones, algo que hace hincapié en la desproporción que ha existido en el mundo de la empresa y también en el de la comunicación desde casi siempre.
Por fortuna, los tiempos han cambiado y, como reza el ladillo superior, las mujeres se han convertido en una parte importante dentro de la gran empresa. Aunque todavía no hay una paridad absoluta, la verdad es que las cosas podrían seguir cambiando en un futuro hasta conseguir un sector empresarial más justo, más igualitario y que garantice la igualdad de oportunidades para todo el mundo, sin que el sexo y otros elementos como lo pueden llegar a ser la raza o la religión jueguen un papel discriminatorio, algo que por otra parte es totalmente ilegal en un país como el nuestro.
La moda jugará un papel importante dentro de esa igualación. Ellas, que suelen mostrar una mayor preocupación que ellos por temas como estos, conseguirán atrapar a su público en un evento o en una conferencia gracias a la primera impresión que le aporten. Para ello, el tipo de prendas que vistan, y también su capacidad a la hora de desenvolverse en asuntos como estos, serán de gran utilidad. El mundo está cambiando y también lo puede hacer en lo referido a la empresa.