El pan nuestro de cada día

Estados Unidos, años 30. En plena Depresión económica, John y Mary, una pareja joven que vive abrumada por las deudas y el desempleo, abandona la ciudad y se establece en una granja abandonada. A pesar de la inexperiencia de John, deciden explotarla. Y este proyecto se hará realidad a medida que vayan llegando a la finca personas de los más diversos oficios que huyen de la miseria urbana. El resultado es la creación de una cooperativa agrícola y de un nuevo tipo de sociedad más solidaria. Este es el argumento de la película El Pan Nuestro de Cada Día. Una película que refleja muy bien la realidad de la importancia del pan en esos días.

Hoy en día, el pan sigue en auge. Aunque es cierto que ya no nos sabe a lo de antes. Hay que intentar recuperarlo, y afortunadamente todavía hay empresas que buscan esto. Por ejemplo nos ponemos en contacto con El Moli. “El pan ocupa un lugar importante en nuestra dieta. Por ello, te ofrecemos exquisitas especialidades de la máxima calidad para consumir a cualquier hora del día. Pan siempre apetecible y recién hecho”, nos cuentan desde esta empresa.

Estos panes van desde el Pan Gran Reserva y el Pan Tradicional hasta el Pan Saludable (Integrales y Cereales). Estos productos tienen principios de ingredientes sostenibles,  elaboración sin conservantes, sin grasas parcialmente hidrogenadas y  reducido en sal.

Los panes se hacen de la manera más tradicional que existe.

  •     Ingredientes 100% naturales, sin aditivos ni conservantes
  •     Con masa madre, una levadura natural
  •     Triple Fermentación Alta hidratación
  •     Máxima calidad de las materias primas
  •     Permanece tierno durante más tiempo
  •     Aspecto rústico y un sabor inconfundible
  •     Corteza dorada y miga ligera con un sutil aroma avellanado

Los beneficios del pan

Desde hace muchos años, el pan es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea. Es a tan sana que nos permite mantenernos en forma. Si está hecho con ingredientes naturales, es saciante, carente de grasas, no aporta demasiadas calorías y sí muchos nutrientes. Si además lo tomas elaborado con harinas integrales, el pan baja su índice glucémico, aportándote energía en lugar de almacenarse en forma de grasa.

Además de hidratos de carbono de calidad, el pan contiene proteínas de origen vegetal, fibra, minerales y vitaminas. Si quieres evitar las calorías de más, toma la mayor porción en el desayuno, un trozo en la comida y reduce la cantidad por la tarde y en la cena. A media tarde o a media mañana, un bocadillo pequeño te aportará menos calorías, te alimentará y te saciará mucho más que un snack dulce o salado.

Pan para todos

Ahora mismo en el mercado hay panes para todos. El tradicional blanco o integral, de centeno, de kamut, de soja, con frutos secos, con aceite de oliva y aceitunas, con tomate, con semillas, sin gluten, sin sal; hogaza, baguette, barra, de molde, mollete, chapata, colines. Y por supuesto, ahora se mira mucho por las personas con alergia y que son intolerantes.

Los expertos recomiendan consumir entre 220 y 250 g de pan al día, lo que puede suponer una pequeña ración en cada comida. ¿La corteza engorda menos? A igual peso, la corteza tiene más calorías que la miga debido a que está deshidratada. Y no, no pienses que el pan engorda. Lo que engorda es con lo que lo acompañas.

El pan en nuestra vida

Ya has visto que el pan forma parte de nuestro día a día. Solo hay que comprobarlo con las cientos de frases que pertenecen a nuestra cultura.

  • Aceitunas, pan y queso, tiene la corte en peso.
  • De los olores el pan, de los sabores la sal.
  • Labrador gentil, guarda pan para mayo y leña par abril.
  • Almorzar, pan y cebolla, al comer, cebolla y pan, y a la noche, si no hay olla, más vale pan con cebolla
  • Si no llueve en febrero, ni buen pan, ni buen centeno

No obstante, el pan y el vino son productos culturales importantes, realmente expresan la vitalidad del Ser Humano. Representan un conocimiento cultural, que es el fruto de la atención, la paciencia, la industria, la devoción y la laboriosa instrumentación.”

Ahora ya conocemos un poco más sobre este alimento que siempre ha formado parte de nuestras vidas. Seguro que tienes alguna anécdota emotiva con el pan. En mi caso, siempre recordaré el pan con chocolate que me daba mi abuela cuando iba al pueblo. Me lo daba y salía a jugar con mis amigos a las chapas. Eso, también es el pan nuestro de cada día.

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