Una vida sin plásticos

A día de hoy, el plástico está presente casi las 24 horas de nuestro día. Haz un ejercicio, mira a tu alrededor y cuenta todas las cosas que tienen plástico. Muchas, ¿verdad? Por eso hay mucha gente que piensa que es imposible vivir sin plástico. Sin embargo, hoy con este artículo queremos demostrarte que esto no es así. Que una vida sin plástico, es decir más sana, es posible.

Los datos del plástico

Para comenzar vamos a dar unos cuantos datos sobre el plástico. Según los números que maneja Greenpeace España. La producción total de plástico en 2018 alcanzó las 400 millones de toneladas. A esta cantidad hay que sumarle las fibras sintéticas que se usan en la ropa, cuerdas, u otros productos, que de forma conjunta representaron 61 millones de toneladas ese mismo año. Se estima que en 2020 se superarán los 500 millones de toneladas anuales, lo que supondría un 900% más que los niveles de 1980. Tremendos números. Las peores estadísticas se van cumpliendo.

Hasta la actualidad se han fabricado unos 8,3 mil millones de toneladas de plástico desde que su producción empezase sobre 1950, lo que equivale al peso de unos mil millones de elefantes. Tan solo los fabricantes de bebidas producen más de 500 mil millones de botellas de plástico de un solo uso cada año. En Europa, la producción de plástico alcanzó los 80 millones de toneladas en 2018.

El plástico en el día a día

Es duro decirlo pero es la realidad. El mundo tiene (bueno mejor dicho tenemos) un problema muy grande con el plástico. Vivimos en una sociedad inundada por toneladas y toneladas de este material sintético, donde su fabricación es abrumadora, su reciclaje es inefectivo y los intentos por gestionar un uso moderado no funcionan. Estamos destrozando nuestros océanos y mares y todo el hábitat marino, extinguiendo especies y provocando cambios en el planeta. Nos estamos ahogando en plástico, por eso hay que pedir medidas tanto a los Gobiernos como a nosotros mismos.

Como antes decíamos, botellas, las tapas de los libros, cables, lámparas, elementos decorativos, envases de la compra, El ratón, teclado, cargador del móvil, el bote del champú, el tubo de la pasta de dientes, los anillos que juntan las latas de cerveza…Todo, todo, todo en esta vida está ligado al plástico. ¿Qué hacer?

En casa tenemos una buena colección de botes y recipientes de vidrio para guardar los alimentos en la despensa. Aunque a veces los utilicemos para otras cosas como el bote de las sorpresas. Pues hay que empezar a dejar por ejemplo las legumbres, garbanzos, arroz en bolsas de papel.

Las famosas bolsas de plástico

Ya sé que es complicado dejar de usar bolsas. Pero sí se puede cambiar el material. Siempre podemos prescindir de alguna bolsa o film transparente en la cocina, entonces que al menos sean bioplásticos, que son biodegradables y provenientes de fuentes renovables. Existen ya en el mercado muchos tipos de bolsas para sándwich creadas con almidones vegetales como la fécula de patata o de maíz. Según la empresa Bio Plásticos Genil con las bolsas biodegradables se puede reducir mucho la emisión. Estas bolsas de plástico para comercio, biodegradables, baratas y de primera calidad, son fabricadas con materias primas procedentes del almidón de maíz o de patata, bajo unos estrictos estándares de calidad que cumplen con la normativa EN 13432 que regula las bolsas biodegradables compostables.

Son muy usadas las botellas de plástico para beber agua. Pues bien, la solución es bien fácil. Si quieres ayudar al medio ambiente lo que tienes que hacer es beber el agua en botella de cristal. La opción más recomendable son las botellas de vidrio con funda de silicona. Incluso las encuentras de biberones. Son cómodas, seguras y muy prácticas, seguro que te van a gustar.

Te pedimos que pongas mucha atención en el momento de hacer la compra de la semana podemos evitar el impulso de comprar muchas cosas plásticas. Porque es evidente que cuanto menos plástico compremos, menos tendremos que tirar después. Y por cierto, nunca compres las bolsas de plástico del supermercado. Esas son nocivas al 100%, y además estarás dando dinero a las grandes empresas que no miran por el medio ambiente. Asegúrate de tener siempre en el coche y si alguna vez te las olvidas, oblígate a llevarte la compra sin embolsar.

 

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