Estoy en esa época de la vida, rondo los 45 años, que si no me preocupo yo de mí, nadie lo va a hacer. Ya pasaron aquellos tiempos en los que tu novio te ponía la cazadora para no pisar el charco. Atrás quedaron los años de la pasión con mi hoy ya ex marido. Así que es el momento de quererme, o como dice el último eslogan de El Corte Inglés (por cierto me parece genial), quiéreteme. Pues eso es lo que he decidido hacer, quererme. Después de muchos años sometida a una tiranía, la libertad llama a mi puerta, incluso lo hice con una celebración.
Si tú estás en mi situación, no lo dudes, tienes que cambiar el chip y pensar en ti. Cuando me encuentro de bajón lo que hago es regalarme cosas. Y el último regalo que me he hecho, me ha gustado mucho. Decidí regalarme una sesión de masaje. Acudí a Evasiom Spa, que la verdad es que son unos artistas de estas lides. Para comenzar probé con el Body Scrumb. Se trata de una profunda limpieza e hidratación de la piel de todo el cuerpo combinando una purificación profunda y una experiencia de relax. Sin duda, una propuesta inimitable para disfrutar y cuidar el cuerpo para los que no disponemos de mucho tiempo por culpa del trabajo.
Luego probé con un masaje. En este caso el Fusión. Forma parte del masaje tailandés, un masaje aromático y Shiatsu donde se combinan a la maravilla esta terapia diseñada para trabajar a medida en las zonas que más te convienen. El masaje comienza con presiones profundas sobre las líneas Sen, que tonifican y estimulan todo el cuerpo y continúa con la aplicación de aceites esenciales, combinando estiramientos suaves con presiones. Una gozada, la verdad es que cuando me lo estaban dando, me sentía como la reina del mundo. Te olvidas de todo.
Para la próxima vez probaré con el Signature Evasióm. Un masaje creado por ellos mismos, que según me han dicho es suave y relajante, indicado para conseguir liberar las tensiones. Y ya os puedo asegurar que tengo muchas. Son largos y suaves deslizamientos que recorren todo el cuerpo, combinados con la aplicación de aceites esenciales y con delicados estiramientos, que ayudan a olvidar el estrés y a incrementar la vitalidad del cuerpo, a la vez que nos transporta a un estado total de relajación que devolverá la armonía perdida. Solo de contarlo ya se me estremece el cuerpo.
Arriba la autoestima
Todo esto lo hice durante un fin de semana, luego de lunes a viernes me dediqué a trabajar, y al siguiente fin de semana decidí salir. Y oye, no sé si sería que todavía los efectos de los masajes estaban presentes en mí, que hasta triunfé. Por eso, no dudes en quererte mucho más y pensar siempre que lo mejor está aún por venir.
Así pues, lejos de lo que se puede pensar de una mujer de casi 50 años, ahora mismo estamos en nuestro mejor momento. El número de divorcios aumentan cada año, y ahora que ya ha pasado la crisis aún más. La razón es que las mujeres nos hemos cansado de estar sometidas al hombre. Es nuestro momento y hay que aprovecharlo.