Cada uno de nosotros tenemos una afición diferente la cual nos apasiona y de la que no importa si llueve, nieva o hace sol, siempre que podemos, salimos a disfrutar de ella. Para muchos, estas pasiones de las que os hablamos son el fútbol, el baloncesto, el tenis, caminar, correr, montar en moto… sin embargo, cada vez somos más los que optamos por disfrutar de los coches y hacemos de ello, nuestro estilo de vida. El mundo del motor, desde sus inicios, siempre ha sido uno de los más caros que existen y es que las máquinas más potentes o lujosas pueden llegar a costarnos millones de euros, pero lo cierto es que por muchos menos, también somos capaces de llenar nuestras vidas sobre el asfalto. Los vehículos clásicos son algunas de las opciones más asequibles que tenemos a nuestra disposición para poder disfrutar del olor a gasolina y de la relajación que supone conducir por carreteras de bellos paisajes y escaso tráfico. Una liberación de la rutina y del estrés diario de la que os queremos hablar a lo largo de este post.
Tal y como os hemos adelantado, para muchos de los que nos estáis leyendo, igual que para nosotros, conducir nos supone una de las actividades más relajantes que podemos llevar a cabo en nuestros días de ocio. Y es que, casi en ningún caso importa el vehículo que manejemos, simplemente buscamos disfrutar de esa libertad que nos supone poder ir a donde queramos y siempre disfrutando de nuestra música, la mejor compañía y nuestro coche. Para los más actuales, las nuevas tecnologías nos han traído grandes obras de ingeniería llevadas a la realidad en forma de vehículos. De hecho, algunos de ellos, como el Ferrari LaFerrari, ni siquiera se pueden matricular dado su potencial. Es por ello por lo que para disfrutar de este bólido nos hace falta recurrir a Transportes Cars y es que ellos, como especialistas en logística de automóviles que son, nos llevarán nuestra máquina al autódromo que hayamos reservado para poder disfrutar de ella. Sin embargo, no todos los nuevos modelos han de ser transportados en camión. Otros, como el Porsche 911 GT2 RS MR, además de ser el más rápido en el circuito de Nürburgring-Nordschleife, también lo podemos disfrutar en la carretera. En ambos casos, se trata de vehículos de última generación pensados para personas de un gran poder adquisitivo y que tienen como estilo de vida, la liberación que les supone poder disfrutar de uno de estos coches, sin embargo, el Porsche si que se puede sacar a carretera abierta, mientras que LaFerrari, no.
Más allá de los circuitos, los amantes de las cuatro ruedas tenemos la posibilidad de conocer el mundo que nos rodea a través de carreteras secundarias. Lugares por los que perdernos a disfrutar de los hermosos paisajes y gastronomía que nos vayamos encontrando en nuestra ruta y que nos permitirán crecer como personas y ser mucho más cultos. En definitiva, por suerte, cada vez somos más los que entendemos que los vehículos no son solo una herramienta de transporte para nuestro día a día, sino que también pueden llegar a ser parte de la familia. Unos compañeros de viaje y de aventuras que recorrerán miles de kilómetros a nuestro lado.
De hecho, para muchos de nosotros, los vehículos clásicos son nuestros grandes salvavidas y es que, gracias a ellos y a sus competitivos precios, todavía podemos disfrutar de la sensación de conducir como lo hacían antaño. Unas direcciones mucho más duras e imprecisas, una suspensión regulada por ballestas, la imagen de los más jóvenes viendo coches que no han conocido… son solo algunas de las bonitas estampas que nos pueden dar estos vehículos y que, cada vez más, añoramos.
Las concentraciones, un buen lugar para disfrutar y socializar
En nuestro país están cada vez más de moda las concentraciones de vehículos, ya sean por marca, por modelo o por época en la que se ha construido el coche. Se trata de reuniones en las que los propietarios disfrutan de una ruta cultural con sus coches en las que se visitan diferentes enclaves turísticos, bodegas, parajes… y que, de forma habitual, acaban con una comida todos juntos para festejar la jornada. Son cada vez más comunes dado a que tienen un coste muy reducido y sirven a los dueños de los coches para poder compartir experiencias, anécdotas y mover sus vehículos con el fin de que no se estropeen en garajes.