Si estás pensando en pasar un fin de semana de tranquilidad, pero al mismo tiempo con su toque gastronómico y cultural, una de las opciones más recomendables es visitar Alcalá de Guadaíra. Para comenzar vamos a situarnos. Es un municipio de Sevilla que cuenta con una población empadronada de 75 256 habitantes (INE, 2018) y pertenece a la comarca de Los Alcores. Además se encuentra a 17 kilómetros de la capital, por lo que tienes todo a mano.
Como te decía, cuenta con un patrimonio histórico y natural en el que destacan su castillo, de origen almohade y con posteriores reconstrucciones cristianas. También tiene un espacio natural a lo largo de las riberas del río Guadaíra y sus molinos fortificados, donde se encuentran el parque y pinar de Oromana, y la zona arqueológica de Gandul.
Qué ver en Alcalá
Lo más destacado de este lugar es su pasado. Como consecuencia de la importancia de la industria panadera alcalareña la ciudad fue conocida como «Alcalá de los Panaderos». Y la verdad es que este oficio está siempre presente en las calles del municipio. Entre ellos se encuentra el Molino de San Juan, cuya denominación responde a la propiedad del molino por la Orden de San Juan, cuya encomienda se hallaba situada en Tocina durante la baja Edad Media. Molino de Benarosa, que es uno de los pocos que conserva una toponimia de origen andalusí (Banu Arusa), lo cual unido a las referencias documentales permite establecer su origen con anterioridad a la conquista castellana del siglo XIII. Molino de La Tapada, que es un molino de dos cubos, alimentados en su época de funcionamiento por el agua procedente de la «Fuente del Piojo», situada a poca distancia en las inmediaciones de la carretera de Utrera
El «Castillo» de Alcalá es impresionante. Sin duda una de las visitas del fin de semana que más nos gustó. Es el resultado de cerca de 4.500 años de historia humana sobre el Cerro del Castillo. También conocido como Castillo, Recinto amurallado o Recinto fortificado, se trata de un extenso complejo fortificado que se ubica en el Cerro del Castillo y comprende distintos espacios que, de oeste a este, son: el Castillo propiamente dicho, el recinto amurallado de la antigua villa medieval, la alcazaba de la Torre Mocha y las corachas.
Si quieres vivir naturaleza visita el área de Gandul se sitúa sobre el escarpe de Los Alcores, entre las poblaciones de Alcalá de Guadaíra y Mairena del Alcor. El principal espacio es la Mesa de Gandul, un reborde de Los Alcores orientado hacia la campiña del Guadaíra. Alcalá de Guadaíra se asienta sobre Los Alcores, formación rocosa que constituye una barrera natural entre la Campiña del Guadaíra y el valle del Guadalquivir. A través de Los Alcores, los caminos se abren paso históricamente por pasos o «puertos» de más fácil acceso.
Por último, en los próximos años, pretende convertirse en una gran ciudad sostenible ecológicamente. A todo esto también pretendía sumarse la próxima localidad con la Línea 1 de Metro de Sevilla. Aunque las obras estaban casi acabadas (a falta de poco más que las catenarias y los vehículos) la crisis económica paralizó el proyecto desde 2011. Esperemos que en los próximos años se vuelva a poner en marcha.
Qué comer
Sin duda, otro de los aciertos de ir a Alcalá fue su gastronomía. Entre los platos típicos están el ajo meneao, el bacalao con tomate, el cocido de acelgas en colorao con pringá Alcalareña, La Garbanza (cocido de garbanzos), Gazpacho, Perdiz con arroz …etc. Y los dulces son: Bizcotelas rellenas, Tocino de Cielo, Torta de Alcalá. Me quiero parar en este último, porque es algo celestial. Es el toque de distinción de esta localidad.
Lo mejor son las historias que hay sobre ellas. Se cuenta desde antiguo, que tras las interminables jornadas de trabajo en las panaderías de Alcalá de Guadaíra, los horneros llevaban el sobrante de las masas a las mujeres. Éstas elaboraban unas tortas, a las cuales a través del tiempo fueron añadiendo ingredientes hasta llegar a convertirse en las actuales Tortas de Alcalá. “Han pasado a ser una de las señas de identidad de nuestro pueblo y referente en los dulces típicos de la provincia de Sevilla”, explican desde Confitería San Joaquín, una confitería típica de Alcalá donde compramos nuestras tortas.
Hecha artesanalmente con ingredientes naturales. Es frágil, exquisita, con personalidad propia y acompañada por una copa de anís se convierte en un deleite para los sentidos. Algunos restaurantes lo tienen en su carta de postres y como ingrediente en algunos de sus platos. Hasta el cocinero Robin Food ha hablado de ellas.
Ahora ya tienes una guía para pasar un fin de semana muy entretenido a 17 kilómetros de Sevilla. Visita Alcalá de Guadaira porque no te vas a arrepentir.