Envejece con salud

Envejecer es ley de vida y no hay mucho que podamos hacer para evitar que empiecen a aparecer las temidas patas de gallo y otras señas del paso del tiempo en nuestro cuerpo. Sin embargo, hay quien envejece peor y quien lo hace mejor y eso es visible. Por un lado está la genética, algo que ya tenemos nosotros mismos y que poco podemos hacer por modificar, pero luego están esas pequeñas cosas que podemos hacer para que nuestro organismo envejezca de forma saludable y, de ese modo, sentirnos mejor por dentro y por fuera.

En este caso, por raro que pueda parecer, la belleza va  bastante unida a la salud, pues si nos vemos bien por fuera en lo que ha signos del envejecimiento se refiere, es probable que por dentro también nos veamos bien y para conseguirlo, lo primero que debemos cambiar es nuestra rutina.

Si nos pasamos 5 días a la semana en una oficina, sentados 8 horas como mínimo delante de un ordenador, no podemos pretender arreglar ese sedentarismo después en un fin de semana, aunque lógicamente siempre es mejor hacer ejercicio que no hacerlo, sea como sea. Por mucho que nos fastidie, o nos agote, debemos incluir una rutina de ejercicios todos los días, aunque sea una rutina relativamente corta. Por ejemplo, ¿sabíais que se consigue mucho más caminando media hora diaria a buen ritmo que recorriendo luego 20 kilómetros de golpe el sábado? Pues sí, así es.

Si evitamos el sedentarismo y conseguimos una actividad mínima en nuestro cuerpo todo nuestro organismo lo agradecerá, y lo que es mejor aún, llegados a una edad en la que las articulaciones y los músculos empiezan a desgastarse por el uso, estaremos mejor preparados y, con surte, podremos seguir llevando una vida normal sin pérdida de calidad hasta bien entrada la vejez.

Pero ¿qué es exactamente lo que causa vejez en nuestro cuerpo? Pues lógicamente el paso del tiempo, está claro, pero ese paso del tiempo se refleja en que nuestras células empiezan a oxidarse porque ya no somos capaces de eliminar esa oxidación a la misma velocidad que antes. ¿Cómo podemos ayudar? Pues una de las mejores recomendaciones es comer sano, equilibrado y saludable, y la segunda recomendación es tomar ciertos suplementos alimenticios. Uno de los más modernos es TetraSOD, cuya base son algas marinas ricas en enzimas antioxidantes primarias que previenen el estrés oxidativo.

La Dieta

Como ya hemos visto, la mejor dieta que podemos hacer es, simplemente, comer de forma equilibrada y sana, evitando los ultra procesados y el azúcar. Sin embargo, además de eso (que es lo primordial) podemos intentar consumir ciertos alimentos en mayor medida ya que con recomendados para una dieta antienvejecimiento.

  • Tempeh: producto alimenticio procedente de la fermentación natural controlada de la soja y que se presenta en forma de pastel. Este producto es una fuente natural de probióticos y además de las bacterias beneficiosas, al consumirlo conseguimos aminoácidos para la formación de colágeno.
  • Té verde matcha: uno de los mejores antioxidantes que nos da la naturaleza gracias a su clorofila, sus minerales y catequinas.
  • Nueces: se trata de los frutos secos más ricos en omega-3, un componente antiinflamatorio.
  • Cúrcuma y jengibre: dos raíces que nos regala la tierra que además de tener capacidad antiinflamatoria ofrecen el plus de dar sabor a nuestros platos en forma de especia.
  • Uvas negras con resveratrol: el resveratrol es un componente presente de forma natural en las uvas y es antioxidante.
  • Pimiento rojo: muy rico en vitamina C y provitamina A, dos antioxidantes indispensables.
  • Frutos del bosque: repletos de protectores contra los radicales libres.
  • Semillas de girasol: alta proporción de grasas sanas y vitamina E, que retarda el envejecimiento.
  • Bayas de goji: ricas en vitamina C y con una elevada capacidad antioxidante gracias a la cantidad de minerales y vitaminas que posee.
  • Kéfir con agua: que aporta microorganismos beneficiosos para la salud intestinal algo que se refleja en la textura de nuestra piel.

Nutrientes valiosos para nuestro organismo:

  • Además de su acción antioxidante, resulta imprescindible para la renovación de piel y mucosas, ayudando a mantenerlas sanas. Lo encuentras en hortalizas y frutas de color anaranjado (zanahorias, calabaza, mango, melocotón…) y también en verduras de hoja verde.
  • Vitamina C. Es indispensable para la producción de colágeno, que mantiene la piel tersa y elástica. Conseguirás alcanzar los 90 mg diarios que necesitas si tomas 3 piezas de fruta y una ensalada.
  • Vitamina E. Contribuye a evitar las manchas cutáneas. El aceite de oliva y los frutos secos son ricos en ella.

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